jueves, 10 de septiembre de 2009

Despedida de este blog

Nos despedimos de este blog por mudanza. Estaremos en http://www.juntadeandalucia.es/averroes/colegioandalucia/
o bien en el Blog del Colegio Andalucía: http://colegioandalucia.blogspot.com/

Para cuestiones relacionadas con la Interculturalidad, la profesora del centro doña Pilar Ulecia Martínez, cuenta con una magnífica bitácora: "En el ATAL de Piluca" http://enelataldepiluca.blogspot.com/

Saludos y hasta siempre.

martes, 20 de mayo de 2008

martes, 12 de febrero de 2008

Ponencias de nuestros compañeros y compañeras


Esta tarde hemos tenido la oportunidad de asistir a tres magníficas presentaciones de otros tres magníficos compañeros y compañeras de nuestro colegio.Marian, Josué y Tatiana. Sí, ese profesorado que comparte a diario en sus aulas los avatares de la escuela diversa y con complicaciones. Escuela en la que estamos metidos sin contemplaciones y con el único apoyo de nuestros compañeros y compañeras, de nuestra cultura profesional puesta en común.

Marian, centró su ponencia en la necesidad de intervenir, ahora que estamos a tiempo, para eliminar roles sexistas y violencia doméstica presente y futura. La necesaria puesta en práctica de actividades y acciones, mediante las que en el aula y en los espacios del centro, se dé auténtico protagonismo a las chicas, se inviertan los estereotipos entre hombres y mujeres. Josué nos puso al corriente de su sueño y el de muchos de nosotros: poner en marcha comunidades abiertas de aprendizaje donde se estimule los buenos rendimientos y las objetivos comunes. Las familias no encuentras su sitio en la escuela y -algunas- o no tienen tiempo o no verdader interés por lo educativo. Tatiana, nos dio como acostumbra una gama de recursos, sobre todo interactivos, para enfrentarnos al retraso del lenguaje académico en nuestro alumnado extranjero.

Hablamos un rato de escuela y pusimos en común deseos, quejas y estrategias para mejorarla. Agradecería más comentarios sobre la charla ya que nos quedamos con las ganas de más debate. Me gustó.

domingo, 1 de julio de 2007

Sección Bilingüe. ¿Qué es? ¿Qué ventajas tiene?


El curso 2008-2009 comenzará a impartirse en nuestro centro algunas materias en inglés: Conocimiento del Medio, Educación Artística y Educación Física. Sólo se llevará a cabo en una línea del mismo y en parte del horario destinado a dichas materias (entre el 30% y el 50%).

Para la selección del alumado participante se procederá a un sorteo público.

Ello no quiere decir que el resto del alumnado del centro no se beneficie del carácter bilingüe del colegio y que llegado el momento se pudiera ampliar a más líneas.

Las ventajas para todo el alumnado del centro, de acuerdo con nuestro proyecto, serán:


  1. Currículo integrado donde la lengua española y la inglesa tienen especial relevancia. Enriquecimiento lingüístico en lengua española.

  2. Un profesorado mejor formado en lengua inglesa.

  3. Anticipación lingüísitica de la lengua inglesa desde infantil.

  4. Ayudantes lingüísticos nativos en nuestro centro para el desarrollo del inglés oral.

  5. Prioridad en los campamentos y otras actividades lingüísticas que se organicen por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.

  6. Una tercera lengua extranjera en el 3er ciclo de la educación primaria.

  7. Uso de ordenadores y dotación tecnológica dotada por el proyecto.

  8. Mayor presencia de actividades bilingües en las aulas.

viernes, 29 de junio de 2007

COMENTARIO JUAN

Juan, el dire del CEIP Andalucía. Todavía me conmuevo con las historias que Gregorio narra con la maestría de un viejo lobo de mar dominando su barco. Historias llenas de vida en una escuela que está viva. Desde aquí mi simpatía, cariño y admiración a este maestro que siempre me sorprende. También él con su cara nos alegra muchas mañanas la carga de nuestro trabajo. Espero que este "busy man" encuentre siempre hueco para nuestra escuela,con sus excesos, con su oronda barriga nos hace más humanos. Siento a veces no disfrutar más del día a día escolar, enfrascado en las grises ocupaciones de la tarea administrativa. Gregorio, haremos un lugar para imaginación, la risa y la fantasía que tanto te gustan. Sólo es cuestión de proponérselo con el optimismo de la voluntad.

miércoles, 27 de junio de 2007

CUENTO BASADO EN UNA EXPERIENCIA REAL


MI NIÑO RUMANO:

El Primer día de clase veo a un par de hermanos cogidos de la mano de una mujer que parecía extranjera. Veo en sus ojos que desconoce el idioma, que anhela quizá saber donde tendrán que ir sus hijos, con qué profesor, quizás espera que alguien la mire a los ojos, descubra su angustia y se dirija a ella.
Como no tengo tutoría por ser profesor de música, ayudo a la jefe de estudios a colocar a los chicos nuevos. Me acerco a la mujer deseando que entienda algo de nuestra lengua. Pero al hablarle veo en sus ojos que no imagina siquiera lo que le digo. Ella intenta adivinar lo que le digo y yo intento adivinar lo que ella adivina. Parece acento ruso. Le pregunto si es rusa, y ella me contesta que es romania.
Bien, algo se aclara. Creo que el rumano, por ser lengua latina es más comprensible e intento decirle que hable despacio. Tres frases después descubro que el rumano es para mi tan difícil como el tagalo.
Uno de sus hijos, al que llamaremos M, me mira con ojos grandes, se abraza a su madre y no sé si esos ojos asombrados quieren saber algo más de lo que comprende. Le toco el pelo, pregunto a su madre el nombre de sus hijos en el lenguaje más antiguo del mundo. Me señalo a mí mismo y digo mi nombre, Gregorio, luego señalo uno de ellos y le hago señas con los hombros. La madre comprende y sonríe: C. Luego señalo al otro. La madre sonríe de una manera especial que mi corazón comprende inmediatamente y me dice su nombre: M. Mientras repite su nombre acaricia su cara asustada y parece decirme con su mirada y en su idioma algo que comprendo inmediatamente. M es distinto.
Como padre de un niño con síndrome de Down conozco esas miradas de las madres, de las abuelas, de las hermanas que al presentar a su niño dicen con los ojos todo lo que fríamente diría un certificado de minusvalía.
Intento repetir el nombre de los chicos y estos sonríen al ver la dificultad de mi estropajosa lengua para articular acentos y consonantes extrañas. Luego doy la mano como a un Hombre al primer chico y me la responde apretando con la firmeza de un niño de ocho años. Luego alargo de nuevo la mano hacia el otro jovencito y este se refugia detrás de la madre. Ella sonríe mientras se dirige a mí en lo que puede ser una disculpa o una petición de comprensión. El niño abre sus grandes ojos al máximo. Quizás no quiera separarse de la madre, quizás no le guste mi cara, mi hermoso cuerpo de cien quilos o mi barba blanca.
Sonrío y me quedo con la mano alargada, mientras espero a que la madre le cuente en su idioma que debe de darme la mano a mí.
Mientras, pienso, herido mi orgullo, por qué no he conseguido cautivar a este pequeño. Cuando voy por los pasillos los pequeñajos del centro me llaman por mi nombre de guerra: Papá Noel. Me ha costado años ganarme ese nombre y para ello he utilizado mi cara de buena persona, mi barba blanca, mi pequeña estatura, mi hermosa barriga natural cien por cien y sobre todo, disfrazarme cada año de Santa y repartir caramelos por todo el parvulario, recoger las cartas, besar a los mocosos de infantil y pasearme con la campana por todos los pasillos.
Vuelvo a mi estado natural y veo que el pequeño sigue sin acercar su mano a la mía. Hay muchos chicos mirando, observando con cara de interés a estos niños extranjeros, las chicas quizás pensando que son muy guapos, o feos, y los chicos pensando si le podrán en las peleas del recreo o si jugarán bien a fútbol.
Como me ven con una mano alargada y con cara de estar pensando en otra cosa, uno de mis alumnos me dice con tono de pequeño reproche: este no lo entiende, don Gregorio, es extranjero...
Pero en ese momento, con un brillo especial en los ojos, con la cara iluminada como el que acaba de descubrir una bolsa llena de tazos sin dueño, el pequeño rumano me señala y dice a gritos señalándome con un dedo divertido: Papa Noel, jo-jo-jó
Y luego comienza a aplaudir como un bebé mientras la madre sonríe algo avergonzada, su hermano se tapa la boca esperando el terrible castigo del maestro extraño y los niños que le rodean corean a voces con él: papa-noel-jo-jo-jó.
M, el chico rumano, se siente héroe, comprendido, alabado, vitoreado, feliz de ver que todos se divierten con sus escasas y universales palabras y repite hasta la saciedad su ingenuo descubrimiento. Jo-jo-jó.
M lleva siete meses en el colegio y cada día, al cruzar nuestras vidas por los pasillos él, divertido, me da la mano, me besa en la barba y me dice mi nombre de Papa Noel. Yo digo el suyo, le devuelvo el beso y cuando se aleja por el pasillo, le doy una ligera patada en el trasero que él agradece con una risotada.

Con todo mi cariño a Magdalí, rumano de 11 años, alumno de integración, que ha conseguido alegrarme cada día de escuela con una sonrisa.

Por Gregorio Sánchez Leiva