Me parece interesante las ideas sobre escuela y comunidad de Mariano Fernández Enguita en su relación con las nuevas familias que llegan a nuestros centros.
Están en esta entrada de su blog
Algunas de sus palabras son: "En su nuevo barrio, sus primeros amigos suelen ser los padres de los amigos de sus hijos; la primera institución en la que pasan algo más que un cuarto de hora para pedir un certificado es la escuela; la primera asociación a la que se afilian o con la que se relacionan es la de padres de alumnos; es posible que también voten ahí, que se reúna en ella su comunidad de propietarios, que acudan a clases de gimnasia aeróbica, etc. No digamos ya si no se trata de nativos cambiando de barrio sino de inmigrantes llegados de otro país: la escuela no sólo será su primer escenario público sino también aquél en el que su forma de estar y ser tratados les acerca más al estatuto de ciudadanos, tal vez el único.
La consecuencia es obvia e inequívoca: la escuela ya no se impone ni se superpone a la comunidad, sino que es la mejor oportunidad y puede ser el más eficaz instrumento para (re)construirla. Por eso resulta tan desolador cuando se pasan la mitad del tiempo cerradas o dan la espalda a su entorno."
miércoles, 23 de mayo de 2007
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